Comisario Calatrava

 

9° Capítulo

Una vez en Madrid Ivanov, en la comisaría, lo metieron en la sala de interrogatorios y allí prepararon todo, la cámara, el micrófono. Todo para grabar la sesión. Era muy importante dejar constancia de este interrogatorio, puesto que Ivanov era el principal sospechoso.

—¿Está todo preparado? Empecemos, pues con la grabación y el interrogatorio. —dijo el Comisario Calatrava.—A ver Ivanov ¿Qué hiciste con los muebles de la casa de la Dra. Salvatierra y cómo accediste a la casa sin que te viera el portero del edificio en cuestión,?. Y lo más importante como demonios pudiste hacer esto? Y extendió las fotos de la víctima, con la cabeza rotada en esa inclinación imposible.

—Pero...¿Qué es esta mierda? Yo no hice nada de eso. Nosotros la dejamos en el precipicio maniatada, si es verdad, que se nos fue la mano con la herida en el vientre, pero cuando me fui de Madrid ya estaba recuperada de su heridas y había salido del hospital. No quieran adjudicarme esta mierda de su muerte, yo solo le robe la solución química, pero la di al grupo guía y ese fue mi papel en esta historia.

—Venga, mira que bien, tenemos al ladrón de guante blanco y te lavas las manos de lo demás. ¿Es eso lo que me estás contando? Pues solo por eso ya te cae una pena de hurto con agravante de ataque con violencia, sin amparo de socorro y con lesiones con arma blanca.

—Pues si, ya ve, me confieso de eso, pero no del marrón de la muerte y saqueo de la casa, ni hablar, de eso yo no tengo nada que ver.

—¿Y que me dices de tus colegas? ¿Pudieron hacerlo ellos? ¿Y que me dices del material robado, a que compradores se los vais a colocar?

—Ah no, yo no se nada más, mi papel acabó ahí y cómo sabe, me quite de en medio. Ya no quise saber nada más.

—No si va a resultar ahora que eres solo un pillo de poca monta. ¿Eh? ¿Y que me dices de los tres mil euros que te llevaste? ¿Dónde están? ¿No me dirás que han volado en ese apartamento de Coto Ríos y ese churrasco asado que te comiste y unos buenos vinos que vi en la mesa?

—Bueno no digo que no me gasté en eso, pero el resto lo doné a las hermanitas de los pobres, jaja. Yo ya no lo tengo.

—Venga a otro con ese cuento.

—Es la pura verdad. Se lo prometo Comisario y una cosa le digo, a ese agente infiltrado, el tal Petrov, dele recuerdos de mi parte, estuvo muy bien en su papel, y a su equipo de vigilancia, dele también recuerdos, lo hicieron de puta madre. 

Y con eso apagó la grabación y acabó el interrogatorio, vio que no iba a sacar nada más en claro de Ivanov. Que era una pobre rata de alcantarilla, un pobre desgraciado, que se llevaría unos cuantos meses en el truyo, pero que luego saldría de rositas, pese a los agravantes de lesiones con violencia.