Once meses sin ti, mamá

 

Es Navidad y no estás, mamá
El tiempo avanza inescrutable

Pasa el otoño y amarillean sus hojas
Se torna en bruma la sierra
Y toma paso el invierno con su cruento frío

Y el rocío apenas roza los campos
Y el mar de olivos que se entrevee
Tras la bruma en los miradores

Y a lo lejos estás tú, en aquella estrella a mano derecha que apenas alcanza la vista cuando cae el sol al atardecer

Mágica luz que torna entre ocres y azulados, cuando baja la luz tornasolada  entre la bruma en los miradores

Vivimos y celebramos a pesar de las ausencias de este año, que han sido tres.
¡Cuanta muerte de la anterior generación!
Y es que tornamos a ángeles y te veo junto aquella estrella al rededor del sol

¿Cómo es esto posible?
Que sigamos viviendo sin vosotros
Que comamos y bebamos
Pues sí, es lo que hubieras querido
Que celebraramos la vida

Y tú esperándonos junto a Pablo en la segunda estrella a la derecha junto al sol

Mamá, ¿Ves el camino de baldosas amarillas? ¿Tienes los chapines colorados?
Pues golpea tres veces tus brillantes zapatos rojos diciendo "no hay lugar como el hogar", y volverás con nosotros,  mamá.

Tengo tantas ganas de verte, que quizá mi hogar sea esa estrella y la que tenga que golpear los chapines colorados sea yo, para ir con vosotros.

Espérame en el mundo de los cuentos
Junto a Dorthi y Alicia y el prncipito en el asteroide B-612 junto a la rosa y los baobab

Espérame mamá