Ya solo quedan los ecos de una Navidad postergada al olvido.Ya solo queda el eco en sus calles, en las plazas. De transeúntes y palomas despistadas.
Quedan como recordatorios los adornos ya sin iluminación como hierros huecos y sin sentido de los ecos de un tiempo que cuándo pasa vuelve a su ser insustancial
Todo lo que fue, la algarabía y alegría pasó
Ahora en un tiempo sin renombre nos metemos para adentro cada uno en sus quehaceres ordinarios pensando en las próximas vacaciones, en un finde que podamos hacer un viaje que nos saque de la rutina; de un proyecto soñado que nos distraiga de lo ordinario, porque solo así le daremos un poco de sentido a nuestra vida que se divide y organiza entre lo extraordinario y ordinario esperando siempre algo especial que nos saque y mueva y de sentido a nuestras vidas.
Por eso damos tanta importancia a la Navidad, porque nos mueve algo por dentro. Nos remueve, al igual que la Semana Santa. No sé si lo veis como yo. No solo como un tiempo vacacional sino como algo que te remueve por dentro y en este tiempo ordinario cada finde semana de retiro es una preparación al siguiente tiempo extraordinario que viviremos.
Que bien contado y que verdad es todo.
ResponderEliminarLa rutina también es muy saludable y por ella se mueve la vida, se progresa, se ve el avance ..., somos animales de costumbres y la necesitamos, aunque es muy saludable el descanso y la distracción
Un beso
Gracias por comentar en este pequeño rincón de mi alma 🐇🦌🦋🧚♂️🤗🥰😘😘
EliminarA retomar costumbres, horarios y ritmos.
ResponderEliminarUn abrazo, Elena.
Gracias por comentar en este pequeño rincón de mi alma 🦋🐇🧚♂️🦌🥰🤗😘😘
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