Alza la vista al cielo. No sabe si le escucha, pero lanza su oración. Se siente reconfortado. Sigue su camino y aguarda. En su interior, una voz le anima a seguir. Sabe que no está solo. Él le acompaña.
Aunque no estés ya conmigo mamá, te siento y se que él te da la mano y Pablo también, que no estás sola y ya no sufres, ya tienes otro humor, otra alegría y paz.
Él murió por ti, por mi. Y nos veremos cuando el camino de cada uno concluya
Antes hay que pasar el desierto de nuestras vidas, para después encontrar la paz
Y esa paz está en él.
Y el tiene que vivir su desierto y morir por nosotros, para que nosotros vivamos en él y encontremos la paz.
Y este es el día en que murió por nosotros
Y lo celebramos en nuestros corazones.
Tú ya estás en la paz del señor mamá
Ahora me toca a mi encontrar la paz
Pero antes tengo que vivir mi desierto.
Que el señor nos vendiga.
El primer párrafo es de un microrelato de mi amigo y escritor Gabriel Aura Borrajo y es el que me ha inspirado estos versos desordenados.
Hoy es Viernes Santo y se respira ese ambiente de tristeza, silencio...no sé , pero yo siento su muerte la de nuestro Dios. Lo vivo desde mí corazón... pero también siento la esperanza de la Resurrección. Con la muerte no acaba la vida, no es el final... Los que nos precedieron ya están con Jesús en el cielo y nos cuidan y velan desde allí por los que todavía caminamos por ésta vida. No nos quedemos en la muerte vayamos y vivamos más allá en la esperanza de la Resurrección... No hay Amor más grande que Él ...y Amor con Amor se paga...❤️💕🌹🌹💐💐🕯️🙏🕯️🙏🕯️🙏🕯️🙏😘😘😘❣️❣️
ResponderEliminarMuchas gracias guapa por comentar en este pequeño rincón de mi alma 😸🧜♀️🤗🦋🌹🧚♀️🧚♀️🥰😘😘
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