Navidad

 

Narcisos
Tulipanes
Olivos
Velas de adviento
Llaman al recogimiento

Primeras horas en la madrugada
El rocío de la mañana
Todo invita al recogimiento

Arroz hervido
Pasta aldente
Campanas al vuelo
Velas de adviento
Todo invita al recogimiento

Adviento
Preparamos nuestro corazón
para la venida del niño Jesús
Para el mesías
El Salvador
A mi me enternece
Ese niño pequeñito
Con la mula y el buey
Que lo calientan porque hace mucho frío.

Me enternece la mirada de ese pastorcillo
Que viene de la mano de esos padres
A adorar al niño.

Familias enteras con sus rebaños
Y esa oveja curiosa que se acerca al pesebre y el niño le sonríe.

Todo invita a la adoración
Y el recogimiento
Pero también para la fiesta
Esas mujeres con sus canastos
Con hortalizas de la huerta
Que traen de presente al niño
Tomates, puerros y lechugas
Esas otras mujeres con sus cántaros de leche
Y los Reyes de Oriente
Que no falten sus preciados presentes
El oro, incienso y mirra
Que vienen siguiendo la estrella de Belén
Y marcharan por otro camino para no poner al niño en peligro.

Todos traen algo al niño
Para festejar el milagro de su nacimiento
Y lo adoran y alaban lo bonito que es

Y nosotros cada año lo vamos a recordar
Adornando nuestras casas
Y preparando nuestros corazones
Para la venida de ese niño.

La Navidad es mi época favorita del año
Y vamos preparando con las velas de adviento esa venida a nuestro corazón.

Bendito Jesús que viene cada año a recordarnos porque es pastor de hombres
Y nosotros porqué somos sus elegidos
Vamos a ese portal a adorarlo como los primeros pastorcillos y mujeres que le llevaban viandas.

Ya se acerca el día de la venida de Jesús
Y lo recordamos en la misa del gallo tan representativa de nuestra cultura tradicional y ancestral.

Bendito niño que viene cada año a recordarnos porque somos hombres y mujeres de bien.

Para llevar junto con él una misión muy especial a los hombres por medio de su
Iglesia.
Y es que tenemos el deber de transmitir a lo largo de los años esta venida del niño y que no se pierdan nuestras tradiciones y cultura.
Y sobre todo nuestro sentir religioso.
Digamos sí al señor
Y preparemos nuestro corazón.
Y sobre todo sepamos trascender lo mundano del verdadero sentido de la Navidad que es preparar nuestro corazón a la venida de ese niño que nos ama y viene a salvarnos de nosotros mismos.
Que viene a decirnos un sí muy grande y debemos corresponder diciendo sí al señor, si a esa iglesia que somos todos.
Preparando nuestros corazones. 

Como lo hace la agrupación coral ubetense en la misa del gallo cada año en la Iglesia de San Juan Bautista. 

Fuente: Breve historia de la Agrupación Coral Ubetense