Tu voz me sabe a sal

Tu voz hoy me sabe a despedida,

me sabe a sal,

sal de mis lágrimas recordándote.

Tus besos se mezclan en mi cabeza,

tus abrazos se enredan en mi recuerdo

vivo de nuestros cuerpos entrelazados

Todo se mezcla y me sabe a sal,

pero huele a rosas

esas rosas que te di.

Riegan mis lágrimas saladas, la rosa de mi Principito.

por el tiempo que le dedicó a su rosa,

por el tiempo que nos dedicamos en vernos florecer.

Siento que de mi boca,

se desprenden tus besos

siento que de mi abrazo

se desprende tu abrazo

Tus palabras anuncian tu despedida

abriendo heridas por las que se derrama nuestro amor

Con tu despedida confiesas que ya no deseas más mi boca,

ni refugiarte de nuevo en mis abrazos

Quieres olvidar nuestros cuerpos entrelazados

Ya no anhelas sentirme más a tu lado

Ni regar esa rosa que éramos nosotros.

Tus palabras rasgan como espinas

y yo siento que ya no puedo más

y me siento vacía.

Lanzo en silencio mi oración

Al querer elevar nuestra amistad al terreno espiritual

Y termino por odiar a Dios que me separa de  ti

Que me devuelve a unos labios secos

Al frío de unos abrazos rotos

Y al vacío de un cuerpo que se desprende del mío

Y aquí sigo abrazada a tu adiós

Con el triste regusto a sal

de mis lágrimas amándote.